parapente parapente parapente parque de aguas Centro de Lima circuito del agua Lima3 Lima parapente parapente parapente parapente parapente

...Infartarse por gusto




Salvando las distancias con un verdadero infarto, hay ciertas ocasiones o acontecimientos que nos hacen sentir que estamos apunto de caer al piso, perder la respiración, el conocimiento y, como culturalmente se dice, sufrir un "infarto".

Y es que las mujeres son especialistas en darle vida al dramatismo. Lo que a una mujer podría "infartarle" a nosotros no nos haría ni cosquillas.
Vas con ella a una fiesta y ve que otra mujer lleva puesto el mismo vestido que ella y para colmo "la otra" es bastante más flaca y sus tacos la hacen ver más alta, se quejan. Probablemente le den ganas de refugiarse en el baño, tomarse un litro de agua y tomar aire para recuperar el que ha perdido frente a ese "dramón", porque esa situación para ellas es una situación de infarto. Ahora imaginemonos en un evento social, como podría serlo una apertura: para comenzar, dudo mucho que nos demos cuenta de que hay otro vestido igual que uno, de hecho podríamos estar todos los invitados vestidos con la misma camisa y la misma corbata y nosotros ni enterados. ¿Qué hará que a las mujeres les preocupen cosas tan poco importantes?

Por supuesto que hay muchos tipos de mujeres y no a todas les infartan las mismas cosas, mucho tiene que ver con la personalidad de cada una.
Digamos que hay un corazón para cada escándolo o un escándolo para cada corazón. Están las bastante conservadoras que pueden infartarse con una minifalda demasiado corta llevada por su hija o  una película subida de tono propuesta por su pareja; están las vergonzosas que ante cualquier "rochecito" pueden sentir que se les cae el mundo encima; y las dramáticas que hacen una tormenta en un vaso de agua, de esas creo que tienen casi todas un poquito.

Si comparamos sus infartos ficticios con los verdaderos, nos daremos cuenta de que la gran diferencia es que hay uno que podrían controlar y otro que no (aunque para ambos se puede prevenir). Entonces hablemos con ellas, que tomen las riendas de esos ataques y que sean como nosotros que no nos hacemos problemas, porque, total, no sirve de nada que lloren sobre la leche derramada.

Compartir esta anécdota en:

CONVERSACIÓN

1 comentarios:

  1. muy buen post amigo, jajaja tienes tanta razon yo tengo de todo un poco.

    Allison

    ResponderBorrar

Los comentarios son publicados únicamente en mi discreción. No se publicarán comentarios que impulsan el odio, la intolerancia o existen principalmente para empujar a otro blog o sitio. Por favor evitar el Spam, devolveré todos los comentarios en cuanto me sea posible.